
ANTIGÜEDAD, RETRO O VINTAGE
En los últimos años hemos experimentado una cierta tendencia a recuperar elementos antiguos. Ya sea en la ropa, en la música o en el estilo de vida en general. Y cómo no, la decoración no podía ser menos.
Puede que sea un intento de evitar que el progreso nos atrape o quizá la crisis nos obligue a agudizar el ingenio y vemos belleza y diseño en cosas que, de otra forma, nos resultarían trastos viejos o anticuados. Así cada vez hay más gente que visita mercadillos de segunda mano que, de otro modo, no se atrevería ni a pisar. Conservamos baldosas del baño de los años setenta que hace apenas una década nos resultaban espantosas y buscamos piezas de suelo cerámico para conservar el que tenemos en ese piso tan antiguo en el que vivimos. En cualquier caso, en un alarde de esnobismo, decidimos bautizar estas tendencias con nombres, cuando menos, pintorescos. Así antigüedad, retro o vintage aparecen en nuestro vocabulario a la hora de buscar las últimas tendencias pero, ¿sabemos de los que hablamos? En este post intentaré aclarar un poco esos conceptos.
# Antigüedad.
Una antigüedad es una pieza que tiene más de cien años. ¡Pero ojo!, no confundamos antiguo con viejo. El hecho de encontrar un plato o un baúl en el desván de la abuela no significa que se trate de una antigüedad. Ésta debe tener una cierta calidad, ya sea por su fabricación o por su procedencia y sobre todo por su estado de conservación.
# Vintage.
Es una práctica muy de moda, coger un mueble o elemento viejo o usado y darle una nueva vida. Repintarlo, personalizarlo e incluirlo en nuestra decoración. Ese mueble de comedor atiborrado de figuritas y retratos de familia de la casa de nuestros padres puede convertirse en una pieza vintage con una mano de pintura y algún toque personal. Suelen ser objetos que estuvieron de moda en los años cincuenta hasta los setenta.
# Retro.
Es un estilo que se aplica a elementos de nueva fabricación pero inspirados en el pasado. Por ejemplo, últimamente están de moda las radios, tocadiscos y teléfonos inspirados en los de hace décadas. A simple vista parecen antiguos pero en realidad son imitaciones, ya que la mayoría tienen conexión USB y los teléfonos incluso toma para Internet.
En cualquier caso, si decidimos invertir en alguno de estos elementos, debemos tener mucho cuidado para que, como se suele decir, no nos den gato por liebre. Sobre todo en las antigüedades. Por eso lo mejor es acudir a un especialista en la materia.
Espero que te haya gustado el post y te puedas formar una ligera idea de los conceptos.
¡Gracias por leerme!