
A todos nos gusta llegar a casa y sentirnos a gusto, es el propósito de un hogar ya que es nuestro refugio, nuestro mundo. Pero si al cerrar la puerta no te ocurre, te sugiero convertir dicha situación en una prioridad. Lo que creías un hogar ahora es un foco de malestar, incomodidad y ansiedad. Yo puedo ayudarte a resolverlo.
Todos los elementos de un espacio influyen sobre nuestro estado de ánimo; nos transmiten energía, nos relajan, nos calman… O por el contrario nos preocupan o inquietan. ¿Qué sensaciones te produce tu casa? O mejor dicho, tu hogar.
Yo te ayudaré a analizar tu casa y detectar todos esos elementos que causan tales efectos negativos. Con los siguientes diez puntos puedes empezar a reflexionar sobre las emociones que te trasmite tu propio hogar. Doce sencillos pasos que pueden cambiar de forma increíble tu estado de ánimo. Son fáciles y sencillos.
¡Empecemos!
#1 El orden y el desorden.
A veces es una simple cuestión de orden. Una casa desordenada puede producir estrés, lo cual nos incomodará en exceso. Los espacios ordenados además de resultar más prácticos, nos facilitan la vida y aportan calma y felicidad. La clave está en organizar tu entorno más próximo (armario, mesa de trabajo, tu rincón…) para que esté todo a mano. Algo que nos cuesta mucho es el desapego. Inténtalo. Tira objetos que no necesitas, regala a tus amigos cosas que no uses, incluso haz donaciones de ropa que no te pongas. De esta forma matas dos pájaros de un tiro: haces espacio en tu armario y practicas una limpieza interior que te permitirá dejar espacio a cosas nuevas en tu vida. Intenta planear horarios y días de limpieza. Encuentra un lugar para cada cosa y procura que siempre esté en su sitio. Incluso puedes poner una papelera en la entrada para tirar inmediatamente el correo y la publicidad no deseada.
Puedes encontrar más información sobre este tema en mi post “Trucos para mantener la casa en orden”
# 2 Un espacio para ti.
Es importante que tengas tu propio rincón de relax y de desconexión. Elige un lugar de la casa en el que te sientas especialmente bien y conviértelo en tu refugio personal. Elige los elementos necesarios para sentirte a gusto; una butaca y una lamparita, unos cojines sobre una alfombra y refuérzalo con imágenes te otorguen calma y desconexión. Un cuadro de un bonito paisaje, unas flores… Ese espacio íntimo puede servirte para sentarte en él cada día y practicar una especie de meditación personal. Controla la respiración, unos minutos al principio. Verás como te hace sentir mucho mejor.
#3 La Distribución.
Una mala organización del mobiliario puede interferir también a la hora de sentirte bien. Un mueble que bloquea la luz natural o que interfiere en la visión global del espacio. O un escritorio de cara a la pared puede crear una sensación de agobio e incomodidad.
#4 La luz y la iluminación.
Quizá este sea uno de los temas más importantes a la hora de sentirte bien en tu casa. Sin duda la luz natural es preferible a cualquier otra. Activa el sistema inmunitario y aporta optimismo y alegría. La iluminación se debe estudiar según las necesidades de cada estancia. Por ejemplo, una sala de estar necesita luz general, luz gradual y luz puntual. La calidez o intensidad de la misma también es de vital importancia. No aportará las mismas sensaciones una luz cálida, parecida a la luz del sol, que una iluminación más fría.
#5 Los colores.
Son uno de los puntos más importante a la hora de decorar nuestro hogar para las emociones pues trasmiten calidez o luminosidad. Pero no solo aportan sosiego emocional sino que, utilizados con criterio, pueden ayudar en la necesidad de cada espacio, por ejemplo si es pequeño o grande, siempre buscando un equilibrio correcto. Un tono cálido como el rojo trasmitirá más dinamismo. Sin embargo uno más frío, como el azul o el violeta, aportará mayor sensación de tranquilidad.
#6 Las vistas.
También tienen un papel crucial a la hora de sentirnos bien. Claro que a todos nos gustaría tener una casa con vistas al mar en calma en una clara mañana de primavera. Pero si no te gusta lo que vez puedes colocar plantas en las ventanas. O setos a media altura en el balcón.
#7 Ruido.
El ruido del entorno, como el tráfico o las obras en la calle, pueden provocar estrés y sensación de agobio. La solución está en invertir en un buen cerramiento ya que la tranquilidad acústica es vital para un buen sosiego y desconexión.
#8 El descanso.
No podemos olvidarnos del dormitorio. Un descanso reparador aporta salud y contribuye a nuestra estabilidad emocional. Un tema del que se habla mucho es la presencia en el dormitorio de aparatos electrónicos. Debemos evitar toda contaminación electromagnética durante el sueño. Desenchufa los aparatos eléctricos (teles, radios…) y sobre todo ¡retira el móvil! Elige la habitación más apartada de puntos de alta tensión y, a ser posible, despierta con la luz solar.
#9 Objetos decorativos.
Hay cosas que, sin darnos cuenta, pueden provocar emociones negativas. Objetos que alguien nos ha regalado con mucho cariño pero que no van con nuestra personalidad. A veces nos sentimos obligados a tenerlos a la vista lo que no nos beneficia. Libérate de aquello que te sobra.
#10 Las Plantas.
Pasamos la mayor parte del tiempo en entornos artificiales y de asfalto pero es un entorno natural el que otorga bienestar. ¡Rodéate de plantas! Purifican el aire y eliminan sustancias nocivas. Aprovecha las flores de temporadas y plantas de hoja verde que le darán un toque especial a tu hogar.
#11 Repara las cosas en mal estado.
No lo dejes para más adelante. Cualquier remiendo, reparación o grifo que gotea debes arreglarlo cuanto antes. Lo miras y dices: ¡Ufff, ya lo haré! ¡Ufff, el mes que viene! Una grieta o una pared con humedad te hará sentir incómodo.
#12 Los elementos de decoración.
La elección correcta de los mismos influirá en nuestro futuro bienestar y la paz que buscamos. Elegir piezas que evoquen un recuerdo feliz o una emoción positiva. Un mueble reciclado que nos recuerde a nuestra infancia en casa de la abuela, un marco antiguo con una foto divertida o entrañable. Libros leídos, proyectos finalizados o en proceso… Todos esos elementos nos aportarán felicidad y bienestar. Rodéate de imágenes positivas, fotos de momentos felices con tu pareja o tus hijos… Disfruta del placer de vivir tu casa y sentirte feliz en ella.
Bien, estas son solo diez pautas para empezar a convertir tu casa en un hogar. ¿A qué esperar para conseguir que tu casa te haga feliz? Ya sabes que estoy aquí para ayudarte. Simplemente ponte en contacto conmigo aquí.
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¡Gracias por leerme!